Es bueno mantener la moda a flote, pero también es importante tener en cuenta la sostenibilidad de nuestro planeta Tierra mientras intentamos explorar el mundo de la diversidad de la moda. Se ha producido un importante cambio de paradigma desde la era del tejido y la costura a la era de la fabricación intensiva de prendas, lo que tiene un impacto en el medio ambiente.
La industria de la moda es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen antropogénico (el hombre), pero existe una forma inteligente de reducir el impacto de tu vestuario en el clima. Es imperativo saber que la emisión continua de estos gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, gas metano, monóxido de carbono, etc.) está destruyendo en gran medida la capa de ozono, que actúa como un paraguas que protege a la Tierra de la radiación de onda corta del sol, y esto a su vez está provocando un cambio climático inminente. Además, la industria de la moda es responsable de aproximadamente el 20% de las aguas residuales mundiales.
¿Sabías?
La moda consume más energía que las compañías de aviación y transporte marítimo juntas. Esto nos hace comprender la cantidad de residuos (sólidos, líquidos y gaseosos) que esta industria polifacética produce constantemente.
Desde la producción de un par de jeans hasta su eliminación como residuo se produce una liberación de gases. A menudo, lo que hace que la industria de la moda se vea afectada por algunos problemas es el ritmo frenético de cambios que no solo experimenta, sino que fomenta.
Como parece difícil visualizar perfectamente todos los insumos necesarios para producir una prenda, tomemos como ejemplo perfecto los pantalones vaqueros. La ONU ha estimado que para producir un solo par de pantalones vaqueros se necesita un kilogramo de algodón. Teniendo en cuenta el entorno seco en el que tiende a crecer el algodón, para producir un kilogramo de este algodón se necesitarían entre 7.500 y 10.000 litros de agua. Se calcula que esto equivale a unos 10 años de agua potable para una persona.
Básicamente, el material elastano elástico presente en muchos jeans de moda está hecho de materiales sintéticos derivados de plásticos, lo que reduce la reciclabilidad de la tela y, a su vez, aumenta el impacto ambiental.
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Además, Levi Strauss, un fabricante de jeans, estima que un par de sus legendarios jeans 501 produce alrededor de 33,4 kg de dióxido de carbono, lo que equivale a conducir aproximadamente 69 millas en un automóvil estadounidense promedio. La estimación se deriva de la producción de fibra y tela, que obtiene un tercio de la estimación, un 8 % proviene del corte, costura y acabado de los jeans. Además, el 16 % de las emisiones proviene del empaquetado, el transporte y la venta minorista, mientras que el resto se origina en el uso del consumidor (lavado de jeans y eliminación en vertederos).
Cómo mitigar el impacto ambiental
Mientras la industria manufacturera explora formas de reducir el deterioro ambiental causado por las actividades de la moda, muchas personas opinan que el reciclaje de los desechos es la mejor apuesta para tener un medio ambiente más seguro y un planeta más verde. Otras empresas están llevando su discurso al uso de desechos de madera, frutas y otros materiales naturales para crear textiles de una manera muy sostenible. Mientras tanto, algunas personas están investigando formas alternativas de teñir sus telas y buscando mejores materiales biodegradables para usar en su lugar.
Curiosamente, algunas investigaciones han llegado a la conclusión de que las compras online pueden reducir las emisiones de carbono en comparación con ir a pie a comprar productos a las tiendas, especialmente cuando el cliente no vive a tiro de piedra de la tienda. Con el auge de los vendedores online, se ha producido un cambio en el patrón de comportamiento de los clientes con respecto a las compras. Los clientes pueden hacer pedidos al por mayor online y recibirlos en su domicilio. Pero, teniendo en cuenta la sostenibilidad de nuestro medio ambiente, es pertinente pedir solo lo que necesitamos y tenemos intención de conservar. Esto viene en corroboración con el informe del Banco Mundial que indica que el 40% de la ropa que se compra en algunos países nunca se utiliza y que más tarde acaba quemándose o en vertederos (constituyendo gases de efecto invernadero para la atmósfera terrestre).
Además, otra forma de reducir los residuos que genera la moda es animar a los usuarios de primera mano a que vendan el producto a la empresa de moda después de usarlo o a tiendas de ropa de segunda mano. Según Fee Gilfeather, experta en moda sostenible, “la ropa de segunda mano está dando a la ropa una segunda vida y está ralentizando el ciclo de la moda rápida”.
En caso de prendas desgastadas o dañadas sin posibilidad de reparación, el reciclaje es la mejor forma de eliminación ambientalmente sostenible.
En conclusión, la mayor parte de estos cambios para mitigar el efecto nefasto de la moda en el medio ambiente son el resultado de la estrategia de implementación planificada por los fabricantes y los peces gordos de la industria de la moda. Como consumidores, nuestra cuota es ser conservadores en nuestro patrón de comportamiento para impulsar un cambio positivo en la industria.
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