Cristóbal Balenciaga es considerado uno de los maestros de la alta costura, con una técnica única en la confección y el corte de patrones. Fue el pionero de nuevas formas que hicieron furor en la moda femenina ante la admiración de sus contemporáneos. Incluso Christian Dior comentó una vez: “La alta costura es como una orquesta cuyo director es Balenciaga. Nosotros , otros modistos, somos los músicos y seguimos la dirección que él nos da”.
Sin embargo, el legado está regresando más fuerte y mejor con el primer regreso de Balenciaga a la alta costura en 53 años bajo el actual director artístico Demna (recientemente abandonó su apellido, Gvasalia).
Como una tabla rasa, Balenciaga limpió su feed de Instagram en el período previo al desfile, como para eliminar todo ruido e hilo fuera de lugar que distrajera la atención del significado de la colección, un desfile pospuesto dos veces durante la pandemia.
El calendario de la alta costura ha estado en un notable vacío durante dos temporadas, lo que ha provocado que las expectativas se hayan disparado para la entrada más codiciada de la ciudad. Ese desfile se celebró hoy y culminó con 63 looks que se abrieron con un traje negro de botonadura sencilla con puños de camisa con efecto trampantojo y se cerraron con un vestido de novia de cola larga en lana de seda color marfil.
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El traje y el vestido no eran nada del tipo prêt-à-porter ; eran artesanía en su forma más pura. En una declaración, Demna dijo que "la alta costura está por encima de las tendencias, la moda y la confección industrial. Es una expresión atemporal y pura de artesanía y la arquitectura de la silueta que brinda al usuario la noción más fuerte de elegancia y sofisticación.
La audacia de las formas arquitectónicas de Cristóbal siempre ha sido un telón de fondo para los diseños de Demna, pero ninguno tan evidente como en este debut de alta costura. Los cortes detallados de la sastrería, la forma de la chaqueta de corte recto de un traje de falda, incluso el radical vestido tipo saco que debutó originalmente En 1957 encontró su camino de regreso en las propuestas de Demna en ratio .
Es fácil pasar por alto detalles como los botones de ónice en las chaquetas de esmoquin cuando se navega por las imágenes en línea. O que el denim con orillo japonés está hecho con cierres plateados. Pero, una vez más, fue la audacia de la forma lo que más inspiró, como la generosidad de una estola acolchada sobre una blusa de seda bordada o una bata de baño de color amarillo canario en cuero microcortado con cachemira de seda y forro polar. No hay nada más alta costura que eso.
Solo un corte de chándal , pero fue el eslabón más débil de un desfile en el que la ropa de calle de gran tamaño quedó relegada a un segundo plano frente a las formas esculturales de la moda.
Lo que ocurre es que esta colección no es sólo la primera incursión en la alta costura para Demna, sino también para la empresa matriz Kering. Ninguna de las marcas del portafolio del grupo de lujo francés se ha aventurado en el mundo de la moda.
En una entrevista con WWD, el presidente y director ejecutivo de Kering , François-Henri Pinault, dijo que la casa Balenciaga está “muy, muy lejos de alcanzar su máximo potencial”. A juzgar por esta colección, puede que tenga mucha razón.
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